Los últimos datos de ocupación hotelera en la provincia de Málaga confirman el protagonismo del visitante nacional en la recuperación del sector turístico, representado un 65% del total de viajeros en el pasado agosto. En el mismo mes de 2019 los turistas nacionales representaban el 46,4%. De hecho, si analizamos exclusivamente el turismo nacional, este ha sido un periodo récord, marcando agosto de 2021 el mejor mes de la serie histórica con 403.705 viajeros.
Sin embargo, el turismo extranjero sólo ha representado en agosto un 35% del total de viajeros. Para ponerlo en perspectiva, en el mismo periodo de 2019 los viajeros procedentes del extranjero representaban el 53% del total de viajeros. Aun así, el indicador marca una tendencia claramente positiva, con un crecimiento frente a agosto de 2020 del 128%.
La comparativa interanual no es de mucha utilidad, ya que en agosto del año pasado la actividad hotelera fue evidentemente atípica. Es más significativa la comparación con el último año de actividad normal, 2019, quedando de manifiesto que la actividad en agosto es todavía menor a la normal, por ejemplo con un 8,8% menos de viajeros en hoteles. Aun así, es de esperar que la esperable eliminación de restricciones a los viajes en próximas fechas, se traduzca en una progresiva convergencia con los datos de 2019 durante el resto del año y un incremento de la representación del turismo extranjero.
De hecho, como un posible indicador adelantado, la búsqueda en el motor de Google del término “Malaga” en la categoría de “viajes”, apunta a una recuperación en el extranjero del interés por nuestra provincia, en especial en mercados como el británico y el alemán, en consonancia con la evolución de las diferentes restricciones y datos epidemiológicos.
Por lo tanto, es lógico esperar que a partir del verano disminuya el protagonismo de los viajeros españoles en el turismo de la provincia de Málaga. Al mismo tiempo, aunque no desaparece el riesgo de aumentos en la incidencia local o en la aparición de nuevas variantes, es cada vez más difícil que nuestros principales mercados emisores vuelvan a endurecer sus medidas para el retorno de viajeros desde nuestro territorio, posibilitando así un normalización de este turismo.
